Abandonados por segunda vez: por qué algunas adopciones fallan y qué se podría mejorar – Redaccion
POR FLORENCIA TUCHIN
Cuando los niños o niñas son devueltos a los hogares, su autoestima es golpeada y sienten una gran decepción. En la ciudad de Buenos Aires al menos un 10% de quienes adoptan luego dan marcha atrás. Especialistas remarcan que tanto las familias que adoptan como los niños, niñas y adolescentes necesitan un seguimiento y apoyo durante el proceso.
Al revisar las cifras de desvinculaciones en procesos de adopciones, uno observa que no son casos aislados. Según el reporte anual de 2019 del Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, durante ese año en la ciudad de Buenos Aires se acompañó en el proceso de adopción a 200 niños, niñas y adolescentes, pero en 22 casos la adopción se detuvo porque el adoptante decidió desvincularse. Sin embargo, según Yael Bendel, asesora general tutelar del Ministerio Público Tutelar de la CABA, la cifra de desvinculaciones podría alcanzar al 20% de los niños, niñas y adolescentes.
Mercedes Vaca ingresó a un hogar para niños en Tucumán a los 11 años. Luego, tuvo un paso por otro hogar para adolescentes y, a los 15, fue adoptada. “En los hogares uno espera con muchas ansias ser adoptado porque no es lindo vivir ahí. Cuando vas a la escuela te das cuenta de que todos los chicos van con sus madres, padres o hermanos, que los van a ver a los actos y asisten a las reuniones. Uno espera una familia como cualquier otro chico”, señala Vaca.