Somos niños nada más
que salimos del hogar
pero además
te voy a contar no lo quiero más

Somos niños del hogar
No paramos de luchar
Pero además
te voy a contar no lo quiero más

Somos jóvenes que vivimos en hogares,
queremos que nos quieran, que nos amen,
queremos que nos pregunten qué queremos,
que es lo que nos gusta,
y que la vida sea menos injusta.

Tenemos sueños, tenemos hambre
queremos que la comida nos alcance
Que no nos callen, que llegue nuestro mensaje
queremos que los responsables trabajen.

Nos hace falta un entorno familiar
que contenga, nos abrace y deje participar.
Decidir no es opción, es un derecho a trabajar.
Autonomía no es igual a estar en soledad.

Les vengo a contar que en este lugar
los gritos no paran, no nos dejan avanzar.
No hay cómo decidir, no hay cómo escapar.
Los espacios los tenemos que copar.

Siempre recordaremos los gritos de “A COMER”,
las puertas cerradas que no pudimos romper,
estar sin contacto por algo que no quise hacer,
una medida un castigo, que nunca más vuelvo a ver.

Somos niños nada más
que salimos del hogar
pero además
te voy a contar no lo quiero más