“Vienen de muchas heridas y rechazo, hay que darles amor” – RedAccion
POR STELLA BIN
Lo dice Gladis, tutora de una joven de 19 años como parte del Programa de Acompañamiento al Egreso (PAE). El programa les garantiza a quienes salen de hogares y residencias al cumplir 18 años un monto de dinero mensual y un referente, alguien que ayuda al desarrollo de un proyecto de vida autónomo. Se cree que hay unos 4.000 jóvenes más que deberían acceder al PAE, pero que no se enteran por la falta de difusión del programa.
Cuando Jésica cumplió 18, lo último que quería era tener que irse del hogar donde había vivido los últimos años, sin una familia que se ocupara de ella. En la Residencia Socio Educativa de Niños de la ciudad de Villaguay, Entre Ríos, estaban los chicos y chicas que ella consideraba su familia, los adultos que la cuidaban y con los que compartía mates o juegos de cartas antes de irse a dormir. “Me angustiaba pensar qué iba a hacer sola, dónde iba a vivir, cómo me iba a mantener”, cuenta Jésica.
Para facilitar este paso por el que deben transitar los chicos y chicas que viven en hogares una vez que cumplen 18 años es que se sancionó, en 2017, la Ley 27.364, a través de la cual se creó el Programa de Acompañamiento al Egreso de Jóvenes Sin Cuidados Parentales (PAE), que se implementa desde la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF).
El PAE, en resumen, garantiza desde 2019 una asignación económica mensual a cada adolescente que lo solicite —el 80% del salario vital y móvil, hoy 19.000 pesos— y un referente que acompañe y guíe —que ellos y ellas pueden elegir o es propuesto por la jurisdicción—.
En el informe “Avances y estado de implementación del PAE. 2019-2021”, que acaban de presentar la SENAF y la asociación civil Doncel, se observa el crecimiento en la implementación de esta política pública. Pero aún falta para que llegue a todos los y las adolescentes que la necesitan.