El mundo en pausa de los niños aislados en los centros de acogida argentinos – Infobae

La llegada del coronavirus a Argentina pausó el mundo de los cerca de 10.000 menores que residen en los 800 centros de acogida del país. No más salidas a la plaza, al parque o a la escuela, prohibido recibir más visitas. Hasta las terapias psicológicas que seguían algunos tuvieron que interrumpirse cuando la pandemia alteró de forma radical la situación de todos ellos.

En los centros en los que viven adolescentes, las cosas no son más sencillas y eso que la rápida reacción de las instituciones permitió enviar a muchos con sus familiares, con familias de acogida e incluso a las casas de los trabajadores, explica Dana Borzese, directora ejecutiva de la ONG Doncel.

Con estas medidas, se pretendía también aliviar la complicada situación de estas instalaciones en las que los menores pasan más tiempo que nunca por la cuarentena, pero hay menos personal para atenderlos, ya que los grupos de riesgo no pueden trabajar.

Para Borzese, es vital garantizar la conexión a internet, ya que esto permite a los jóvenes continuar su educación y seguir en contacto con su entorno. Además, la directora ejecutiva lamenta que muchos jóvenes, que estaban próximos a salir de los centros para comenzar su vida adulta, ahora ven su egreso suspendido hasta que la situación se normalice, lo que les genera, como es natural, una creciente inquietud.

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