En Argentina, 10.000 niñas, niños y adolescentes viven separados/as de sus familias de origen debido a que sufrieron una vulneración grave de sus derechos.
Los cuidados alternativos que reciben estos chicos y chicas deberían ser respetuosos de sus derechos humanos. Sin embargo, la opción mayoritaria de cuidado es de tipo residencial y las experiencias son muy desiguales, existiendo dispositivos que vulneran o fallan en la protección de sus derechos.
Presentamos las 10 razones fundamentales por las que resulta urgente y necesario transformar el actual sistema de cuidados alternativos en nuestro país.